Hablar de tareas en lugar de fases (según la teoría de Colin Murray Parkes) o etapas (según las teorías de Elizabeth Kübler-Ross, 1973) le da al sujeto la posibilidad de llevar a cabo una acción de manera activa, ayudándole a aliviar esa sensación de impotencia, de “¿Qué puedo hacer yo por mí mismo para estar mejor?”. Por otro lado, coloca al sujeto en un lugar activo del duelo, no pasivo (padeciéndolo).